No he hecho nada más difícil en los últimos tiempos que salir de mi zona de confort laboral para convertirme en secretaria virtual; hacía 34 años que ejercía como periodista, asesora y como directiva en medios de comunicación. De pronto, voy al paro con todo lo que eso conlleva para las que pasamos los 50 y no me queda otra que reinventarme para poder optar a un puesto de trabajo: ser autónoma y desarrollar una actividad nueva, que me obliga a formarme en materias que hasta ahora no había pensado.
Descubro que ser secretaria virtual es todo un mundo en el que existe una gran competencia. Una competencia motivada, básicamente, por las necesidades que establece un cliente exigente, profesional y global, que pide un mil por cien de efectividad. Afortunadamente hay personas que se dedican a motivar, a formar y a dar visibilidad a las asistentes virtuales.
Son cientos las páginas que se dedican a esto y decenas las influencers que nos ayudan a superar ciertos problemas que se presentan en el día a día. Gracias a la actitud, que siempre debe ser positiva y de empeño, la formación y esas pequeñas-grandes ayudas, las asistentes virtuales progresamos y sacamos la cabeza fuera de esa zona de confort a la que tanto apego tengo. Y aquí estamos, luchando por sacar adelante ese pequeño bebé de la secretaría virtual y saliendo de la zona de confort para entrar en un sector de enormes posibilidades que no pararé de explorar.
¿Te interesa conocer más a fondo lo que hacemos o ver que servicios te podemos ofertar? No dudes en navegar por nuestra web, te sorprenderemos.