Marypepas.com es una empresa de asistentes virtuales y secretaría on line formada por dos mujeres que pasamos los cincuenta. En consecuencia, hemos tenido una educación muy distinta a lo que ahora se ve como normal. Venimos de una generación que abrió caminos, unos caminos marcados por aquellas que nos precedieron: nuestras madres.
Sirva el humilde escrito de hoy para hacer un homenaje a todas esas mujeres que están entre los setenta y tantos y los ochenta y pico. Son ellas, y solo ellas, las que dieron el salto para que nosotras, ahora, seamos lo que somos: independientes, trabajadoras, luchadoras y nos sintamos objeto de toda clase de derechos.
Hablo de mujeres que fueron criadas en el machismo más rancio. El machismo que las obligaba a la invisibilidad cuando eran ellas quienes soportaban la economía familiar. En el machismo que las educaba en la obediencia a hombre (padre, hermanos, novios, maridos…). En el machismo que las quería castas y puras, incapaces de disfrutar de su propia sexualidad. Ese machismo que les impedía el estudio porque eso era cosa de hombres.
Fueron ellas y solo ellas las que, sin embargo, dieron el paso. Fueron ellas las que nos impusieron el estudio y la formación que nunca disfrutaron para que jamás viviéramos su vida, que repitiéramos el estereotipo.
Qué orgullo de esas madres que, sin haberlo experimentado en ellas, no querían una hija que supiera coser. Soñaban y educaban hijas que escribieran a máquina, sacaran buenas notas y fueran capaces de tener un buen trabajo “para que no necesiten un marido”.
Asistentes virtuales como estación final de un largo recorrido.
Mi reconocimiento y más sincera admiración a todas esas mujeres que, como mi madre, prefería que no hiciéramos la colada pero que enterráramos la nariz en los libros. Por mucho que ahora se diga, esas mujeres son las auténticas heroínas, las que no quisieron para sus hijas la vida que ellas habían tenido. Lo demostraron con hechos, con reflexiones como “nunca te sientas menos que un hombre”.
“Nunca te sientas menos que un hombre”
Y aquí estamos nosotras, intentando sacar adelante una empresa de asistencia virtual recordando lo mejor de ellas. Nunca olvidar sus palabras: “harás todo lo que te propongas”, porque esa es su máxima en la vida.
Creo que las mujeres de hoy les debemos mucho, por no decir todo, a estas grandes heroínas. Se lo debemos a esas grandes referentes. A las que hicieron la revolución a su manera, con sus palabras, sin grandilocuencias, día a día, despacito, pero con una gran eficacia en sus objetivos. Por mi parte, gracias y millones de gracias.
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